PREMIO COMPARTIR 2017
En la noche del jueves 25 de mayo de 2017, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, entregó el premio Compartir Gran Rector a Francis Rodrigo Otero Gil, de la Institución Educativa Instituto Manizales; y el premio Compartir Gran Maestro a Luis Miguel Bermúdez Gutiérrez, del Colegio Gerardo Paredes, en Suba -Bogotá.
Los dos ganadores fueron seleccionados entre 19 educadores nominados, y entre 994 propuestas de maestros y 156 de rectores que llegaron para concursar en la edición 19 del Premio Compartir. La ceremonia se llevó a cabo en el Teatro Colsubsidio Roberto Arias Pérez, en Bogotá, y contó con la presencia del Primer Mandatario y la ministra de Educación, Yaneth Giha, entre otros invitados.
El primer mandatario hablándoles a los ganadores dijo: “¡Ustedes son una verdadera inspiración para todos nosotros!”.
Esta ceremonia, que se celebra anualmente, es un homenaje a los maestros y rectores más sobresalientes del país y el objetivo es promover la valoración social de su labor, visibilizar sus prácticas pedagógicas y apoyar su profesionalización.
El reconocimiento se entrega al profesor y al rector que evidencian que han tenido mayores resultados con sus propuestas.
Reconstruyendo desde cero
Durante 23 años, Francis Rodrigo Otero Gil dictó clases en el Caquetá. Vivió en carne viva la violencia porque fue víctima de un atentado que no iba dirigido hacia él. Después de esa experiencia, migró a Manizales, donde encontraría un lugar más protector para su familia pero una ciudad en la que no se imaginaba que se enfrentaría a retos inclusive más grandes que en su antigua escuela en zona rural.
Desde hace seis años la Institución Educativa Instituto Manizales es diferente a como era antes. Al igual que el barrio en el que se encuentra, la comuna San José en el centro de Manizales, la institución estaba olvidada. Sus estudiantes, hijos de trabajadores del sector informal convivían con el pandillismo, el consumo de drogas dentro de la institución. Sin embargo, llegó Otero y le apostó a una transformación real en términos de calidad de vida y educación.
“Había peleas entre estudiantes del colegio con los de otro. Cuando eso ocurría, los profesores se escondían porque era miedoso. Sin embargo, yo dije: esto no puede seguir pasando. Me fui con la policía y empecé a tomarle fotos a cada uno de los que estaba en la riña y les pusimos control”, narra el rector.
Después de escuchar a la comunidad, a los estudiantes, y docentes, inició un proceso de intervención, planeación estratégica, revisión y mejoramiento continuo. Lideró un equipo de alto desempeño y capaz de implementar un proceso de cambio para mejorar la convivencia y contribuir al desarrollo del proyecto de vida de los estudiantes.Para ello se trabaja también con las familias para que estimulen a sus hijos a continuar los estudios.
El rector creó la propuesta “Si yo cambio, todo cambia”. Una de las estrategias de este es, por ejemplo, la consolidación del gobierno escolar como un organismo de intervención y participación de los estudiantes.
“Los estudiantes, gradualmente, han reformado su pensamiento y se han vuelto más receptivos dentro de la dinámica democrática”, explica el rector y asegura que esto se ha dado también porque se le ha apostado al rescate de los valores, la sana convivencia y se han potencializado en los niños y jóvenes sus cualidades de liderazgo y participación, ampliando el panorama en cuanto a su proyección de vida.
La propuesta ha permitido mejorar la planta física del colegio. Se creó una IPS dentro del colegio, se modificó el PEI (Proyecto Educativo Institucional) y el manual de convivencia. La institución tiene jornada única y se robusteció la nocturna. Varios egresados están en el programa Ser Pilo Paga. Se mejoró en el Índice Sintético de Calidad Educativa (Isce). Pero principalmente, según narra el rector, los estudiantes están mucho más motivados y con ganas de salir adelante, ser emprendedores, universitarios, y grandes seres humanos.